Enero - Diciembre. 2020, Vol. 8, N°1, pp. 25-27
Doi: https://doi.org/10.33539/aletheia.2020.n8.2420
CALIDAD DE LA
EVALUACIÓN FORMATIVA EN EDUCACIÓN BÁSICA REGULAR
QUALITY OF TRAINING
EVALUATION IN REGULAR BASIC EDUCATION
Zully Yeshenia Mendoza Fajardo
https://orcid.org/0000-0002-5425-7341
zmendoza@nsdl.edu.pe
Universidad Nacional Mayor de San Marcos - Lima, Perú
Recibido: 17-07-20
Aceptado: 20-09-20Cómo citar
Mendoza Fajardo, Z. Y. (2021). Calidad de la evaluación formativa en educación básica regular. Alétheia, 8(1), 25-28. https://doi.org/10.33539/aletheia.2020.n8.2420
RESUMEN
El presente artículo busca dar a conocer las definiciones claves y estrategias que conlleva la evaluación formativa, dentro del sistema educativo peruano y la importancia que presenta en el proceso enseñanza – aprendizaje. Los docentes en su desempeño diario ya no solo evalúan los resultados de los estudiantes, sino que tienen por finalidad acompañarlos y retroalimentarlos en el proceso para alcanzar los niveles de logro establecidos, valiéndose de la evaluación formativa con sus respectivos momentos, que le permite al estudiante darse cuenta: ¿hacia dónde vamos?,¿dónde estamos?, ¿cómo seguimos ?; además de aplicar las estrategias correspondientes a este tipo de evaluación.
Palabras clave: calidad, evaluación, retroalimentación, desempeños
ABSTRACT
This paper seeks to explain the key words and strategies that formative assessment within the Peruvian Education System. Also the importance that it presents the teaching-learning process. Nowadays, teachers in their performance no only evaluate the results of their students, but also have the purpose of accompanying them and giving them feedback in the process to reach the established levels of achievement, using the specific moments of formative evaluation that indicate the stages of the student: where are going?, where are you ?, how do we continue?
Keyswords: quality, evaluation, feedback, performance Introducción
El término “calidad” dista mucho de ser una realidad clara y precisa: se puede hablar de calidad; sin embargo, estar haciéndolo de realidades diferentes unas de otra. Según Pérez (2000), la “calidad” antes que nada es algo que afecta la naturaleza de las cosas sean estas productos, bienes o servicios que se prestan.
Por su parte Aguerrondo (1993) sostiene que la “calidad” se refiere a la mejora continua con el propósito de lograr el nivel óptimo en todas las áreas. En el caso de educación se entiende como un “sistema complejo”, en otras palabras, es un sistema en el que la totalidad o la unidad, hallaremos la diversidad; por tanto, aquellas son la síntesis de diversas determinaciones.
Evaluación formativa en Educación Básica Regular
La evaluación formativa es primordial en cualquier proceso de aprendizaje; puesto que nos permite monitorear constantemente el aprendizaje de nuestros estudiantes, sus dificultades y logros, con la finalidad de intervenir a tiempo y recomendarles las modificaciones y ajustes que resultan necesarios; además nos ayuda como docentes a evaluar las metodologías que empleamos y las actividades planificadas.
En este sentido Popham (2013) respalda el fin de la evaluación formativa como herramienta de transformación de los aprendizajes por parte de los estudiantes en los procesos de los mismos. Además, la evaluación formativa es una herramienta transformadora del proceso de enseñanza, la cual se ha comprendido de manera clara y se utiliza pertinentemente, este tipo de evaluación es beneficiosa para docentes y estudiantes. Por tal motivo, el autor sostiene que la evaluación formativa responde a 4 atributos:
- Proceso
planificado
- Evidencia
obtenida a través de la evaluación del alumno
- Ajustes
en la manera de enseñar de los profesores
- Ajustes
en la manera de aprender de los alumnos
Orientaciones para llevar a cabo la evaluación formativa
Dentro de sistema educativo peruano Minedu (2016) plantea las siguientes orientaciones:
- Tener
una comprensión minuciosa sobre las competencias a trabajar: definición,
significado y sobre todo la movilización de sus capacidades en el progreso del
estudiante.
- Tener
en cuenta el nivel anterior y posterior del estándar de aprendizaje trabajado.
De esta manera se esclarece en qué nivel se encuentra el estudiante y así tenerlo
como referencia al momento de registrar sus aprendizajes.
- Proponer
situaciones retadoras de interés de los
estudiantes, o discutir para reformular las ya trabajadas. Para que esto se
lleva a cabo es importante considerar los saberes previos del estudiante para
construir un saber nuevo.
- Los
criterios de evaluación deben estar acorde con las capacidades de la
competencia que se evalúa, de esta manera se construirán instrumentos que movilicen
las capacidades ante una situación retadora.
- Los
estudiantes deben saber con anterioridad cuáles son las competencias en los que
serán evaluados y qué criterios se tomarán en cuenta.
- El
docente emite una valoración acerca de lo que su estudiante viene demostrando, es
decir qué saberes pone en juego ante una determinada situación, además de
identificar los aciertos y errores y sus posibles motivos.
- El
estudiante debe conocer sus logros o progresos, respecto a los niveles esperados
de la competencia. Por tanto, es importante que se presenten criterios claros y
compartidos, de tal forma que le permita al estudiante reflexionar sobre su actuar.
Por consiguiente, William citado por Ravela, (2017) afirma lo siguiente: la evaluación formativa presenta 3 actores claves: estudiantes, docente, grupo de pares. Pero a su vez también intervienen tres procesos claves: clarificar y compartir las intenciones educativas, generar evidencias acerca de lo que están aprendiendo los estudiantes y por último llevar a cabo la retroalimentación y orientar a cada estudiante; de tal manera que permita ajustar su desempeño y continúe aprendiendo. Estas estrategias promueven una retroalimentación oportuna y efectiva en los estudiantes con el fin de atender las necesidades y guiar su desempeño.
Estrategias de evaluación formativa
A continuación, se señalan las estrategias planteadas por William (2011):
- Los
docentes suelen preocuparse más por los temas que imparten a sus estudiantes
que por lo que los estudiantes van aprendiendo; por ende, se plantea
comprender, clarificar y comprender las intenciones educativas y criterios de
logro.
- No
basta con que los estudiantes conozcan a “dónde van”, sino que los estudiantes se
analicen y determinen “En que parte o punto de sus procesos están”.
- El
uso excesivo de calificaciones desvía el proceso de aprendizaje del estudiante,
mucho más si este viene solo acompañado de acotaciones de felicitaciones o señalando
el error. Las devoluciones deben entregar alguna aclaración significativa para que
el estudiante reflexione sobre el desempeño que viene mostrando.
- Activar
a los estudiantes como fuente de aprendizaje para sus pares (coevaluación). Según
Ravela y otros (2017), la coevaluación es crear espacios en los que se pueda
aprovechar el potencial en cuanto a las devoluciones que reciben los
estudiantes, por lo tanto, en la coevaluación los estudiantes no solo revisan el
trabajo de sus compañeros, sino que también
realizan aportes sobre el desempeño de ellos, esto forma parte a su vez del
denominado “aprendizaje cooperativo”.
- Activar
a cada estudiante como responsable de su propio aprendizaje (autoevaluación). Si
bien no de los propósitos de la evaluación formativa es involucrar al
estudiante y que se haga responsable de su propio aprendizaje. Para que se puedan
apropiar de sus aprendizajes se debe potenciar dos elementos claves: la motivación
y la metacognición. Además, el estudiante
necesita darse cuenta de sus fortalezas y debilidades. Para
llevar a cabo la autoevaluación, es necesario desarrollar la motivación y la metacognición.
Por tanto, explicaremos cada uno de estos componentes:
La motivación es un componente primordial en el proceso de enseñanza y aprendizaje, por eso Moreno (2016) afirma que sin ella no podría darse las emociones y disposiciones internas del sujeto, las cuales están relacionadas a la dimensión intelectual, de modo que, si la persona no se siente involucrada en el proceso y no experimenta la necesidad interna de aprender, es poco probable que el aprendizaje se logre.
En el caso de la metacognición, en palabras de CELMA (1998) citado por Ravela y otros, la “Metacognición es el grado de conciencia acerca de sus formas de pensar (aprender), y la estructura de sus conocimientos”.
Corresponde al docente promoverlas mediante actividades específicas que pueden ser según el autor: portafolios o bitácoras de procesos.
CONCLUSIONES
El docente acompaña en el proceso de evaluación formativa a través de las diferentes estrategias, para determinar 3 puntos clave que son: “¿Hacia dónde voy?”, “¿Dónde estoy?” y “¿Cómo llego?”; estos puntos conforman un ciclo dentro del proceso de aprendizajes de los estudiantes. Y a su vez permiten desarrollar múltiples estrategias por parte del docente. Así mismo la evaluación formativa desarrolla la autoevaluación y coevaluación entre el grupo, lo mismo que le permitirá a los estudiantes a tomar mayor consciencia de sus avances para replantearse algunos aspectos y demandar una retroalimentación efectiva a sus docentes
REFERENCIAS
- Ravela,
P., Picaroni, B. y Loureiro, G. (2017). ¿Cómo mejorar la evaluación en el aula?
Reflexiones y propuestas de trabajo para docentes. Grupo Magro.
- Anijovich,
R & Gonzales, C. (2011). Evaluar para aprender: conceptos e instrumentos, Aique
- Popham,
J. (2013).
Evaluación transformativa.Narcea.
- Ministerio
de Educación. (2017). Currículo Nacional.Lima, Perú.
- Moreno,
T. (2016). Evaluación del aprendizaje y para el aprendizaje. UMAN